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(San Antonio, marzo 2016, foto: v.a.) |
No creas tener Derechos[1]
MATAR A LAS MUJERES ES “NATURAL”
X victoria aldunate
¿Sorprende el fallo del Tribunal del Juicio Oral en Lo Penal
de Ovalle del día 6 de abril de 2016? ¿Por qué?...
MARCO ANTONIO OLMOS BARRAZA en julio de 2015 golpeó y
apuñaló con unas tijeras de podar a Karen en el rostro, el cuello, hombro,
tórax, en la mama derecha… Paró de apuñalarla sólo porque un carabinero disparó
un tiro. (Están casados). El feminicida frustrado está en "libertad
vigilada intensiva". La defensa dijo que justo antes de apuñalarla, se
había enterado de que ella “le había sido infiel”. Y eso es una “atenuante”.
Así es la “Ley de Femicidio” que diputadas concertacionistas
-la DC Carolina Goic y la PPD Adriana
Muñoz-, redactaron, y que Piñera en su turno en el Gobierno - en medio de una
baja en las encuestas- aprobó.
Sorprende la “sorpresa”... La “Ley de Femicidio” -en realidad
una tipificación no más -“modifica el Código Penal y el decreto ley N° 321 de
1925, pero en su letra “b” NO ELIMINA LAS POSIBILIDADES DE APLICAR ATENUANTES
como ‘obrar por estímulos tan poderosos que naturalmente hayan producido
arrebato y obcecación’[2].
Obviamente los magistrados CRISTIAN ALFONSO y CLAUDIO
WEISHAUPT, a cargo de la audiencia contra el feminicida, siguen creyendo en el “crimen
pasional” aunque ahora tenga otra denominación que están obligados a nombrar.
Sólo la magistrada Victoria Gallardo planteó un voto disidente,
pero cuando hay “dispersión” –en jerga judicial- prevalece el voto del
Presidente de Sala.
No es tan sorprendente entonces el fallo este. Es lo que hay.
El conocido proceder del Estado con la venia de un feminismo liberal: Cambiar
todo para que nada cambie.
Antes de la Tipificación se entendía más el Feminicidio
En 2005, 2006, 2007 cuando feministas sin financiamientos de
colectivas feministas y lésbicas salieron a la calle a develar que a las
mujeres se nos mataba por ser mujeres, se entendía un poco más el Feminicidio,
y los medios masivos incluso lo mencionaban sin reparos. Muy distinto a hoy,
cuando todos creen que saben que “el Femicidio es solamente cuando se habla de
esposa o conviviente”.
Como ejemplo, nos encontramos con un caso en 2007 en Puerto
Cisnes (XI Región), que tanto Emol[3], Página Policial
y medios regionales[4] nombran como “femicidio”.
Patricia Fuentes Granadino de 45 años, soltera, vivía sola, era obrera de una
salmonera. El feminicida, un vecino de 17 años que entró a su casa, la violó, torturó, robó y
asesinó: “Un nuevo caso de femicidio remeció esta jornada al sur de Chile”,
dicen los medios.
Se subraya que “la víctima tenía una pareja ocasional”. El
Blog “Página Policial” comprende que si las pericias determinan que la “víctima
fue abusada sexualmente”, es un femicidio. Una comprensión básica, pero
concreta, y sobre todo no basada en el vínculo de la víctima con el agresor si
no en que la víctima es mujer y sufre agresión machista[5].
Incluso el Domingo 7 de octubre de 2007, en “La Nación”, bajo el título: “Las
Víctimas del Femicidio”, aparece un listado en el que se cuenta Patricia[6].
O sea, la radicalidad honesta de las vivencias reales de las
mujeres, a las cuales el Feminismo les puso nombre, retrocedió y en su lugar se
impuso la ambigüedad liberal (o “generismo”).
Las generistas también suelen discursear sobre el hecho de que
la Violencia “es un problema cultural”. Y ahí queda la cosa, se cierra la reflexión.
Las entrevistan en medios masivos como la TV y la Radio y teniendo la audiencia
de millones de mujeres prefieren dejarnos en el pantano de los símbolos y mostrarse
académicas hablando de creencias, moral, derecho, costumbres.... Nos quitan la Historia,
la Memoria. No revelan que es Genocidio: La misma Inquisición europea exportada
en la baja Edad Media hacia estas tierras. Antes fueron los Juicios a las salamancas,
comunidades de brujas resistiendo al colonialismo, y eso no ha parado porque los
intereses económicos no han cambiado, sólo se han modificado y adaptado a las
nuevas necesidades.
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(Las Cabras, marzo 2016, foto: v.a.) |
El agresor
Te tortura, te secuestra, te viola, te golpea, te amarra, te
patea, te quema, te apedrea, te apuñala, te dinamita, te tira al mar, te corta
en pedazos, te da un tiro. Trafica con tu cuerpo, te explota, te zamarrea, te
burla, se ríe de ti y tus ideas, de tu cuerpo, de tu cara, de tus arrugas, de
tu juventud, de tu color de piel, de tu ropa… Es romántico o “feministo”, pero
te odia. No le gusta que “tengas derechos ahora”, y que puedas denunciar VIF y
Acoso –aunque de poco te sirva-. Aborrece que te den el asiento o el lugar
porque estás embarazada; envidia tus embarazos, tus tetas, tu belleza, se
apropia de tus hijas, las viola también y vuelta a empezar con ellas lo que
hizo contigo. Planifica, amenaza, chantajea, te da drogas a cambio de violarte,
se organiza con otros, tiene bandas y castiga a los de la banda contraria
matando, violando, raptando mujeres.
No es solamente “porque es machista”[7],
y porque fue un niño maltratado. Está defendiendo sus privilegios que nosotras
con sólo actuar con alguna autonomía revocamos. Sus privilegios se inhabilitan con
nuestra autoliberación. Se ha solapado un poco porque lo amedrenta que estemos
cambiando. No es difícil notarlo cuando hablas con ideas feministas: el agresor
ironiza, calla conteniendo la rabia, cambia la conversación, te dice que tienes
un problema, estás loca o eres conflictiva.
¿Derechos…? ¿Ciudadanía?
No creo en tus Derechos, pero ¿dónde están?... Eso de ser
“ciudadanas” ahora, no surgió de la nada. Fue matarnos y matar la memoria de
los pueblos para subordinarnos a unos derechos que no se cumplen.
Con los “Derechos” se ganan gobiernos y se diferencia al beneficiario
por clase, raza y sexo-género.
- El gobernante corrupto no cumple prisión, la burrera sí;
- las mujeres rurales y mapuche “analfabetas” del idioma español, que poco pueden enfrentarse al “Derecho” premunidas de la jerga correspondiente, son 3 veces más, y más pobres que las mujeres urbanas;
- la “ley de femicidio” es una Ley neutra por ende masculina, que les da ventajas a los hombres: La pueden usar para aumentar las penas de las mujeres que asesinen a sus maridos”[8], y ya sabemos que les permite “obrar por estímulos poderosos que naturalmente hayan producido arrebato y obcecación”, cosa que a los hombres, como es conocido, “les pasa” con facilidad porque tienen “derecho”, porque por siglos han matado “por arrebato y obcecación”, porque “son hombres” y es “natural”...
A nosotras en cambio no nos van a comprar lo del “arrebato”
y la “obcecación”… “¡Viuda negra!”, “retorcida”, “quintrala”, “pécora”,
“pérfida”, “maliciosa”… y más.
Ciudadanas “consumidoras”
Dentro de este carnaval de liberal modernidad que ha
legitimado el Generismo, también somos “consumidoras”. Este “derecho” nos ha
sido cobrado en empobrecimiento. Redujeron todo vínculo entre los seres y entre
los seres humanos, a la producción, a la compra y a la venta. Disolvieron identidades
y liquidaron comunidades. Nos transformaron de seres capaces de gestar, parir, abortar
y de apegos, en “madres”, matriarcas y vírgenes, en “malasmadres”,
abandonadoras, criminales, y sobretodo en reproductoras y productoras: El
Trabajado impago de las mujeres produce riqueza a los Estados, a los Gobiernos
y a las familias, y les regala a todos los hombres –sin excepción- un tiempo
libre que nosotras ya nos quisiéramos.
No es puro símbolo ni puro “machismo”. No es pura “Cultura”
descafeínada, sin Historia y sin relaciones económicas, y no va a cambiar porque
“los maridos” compartan tareas” y los hombres le cambien el pañal a la guagua.
No somos sujeto de Ley ni de Prevención
Algo así como un “ciudadano”, pero peor: con vagina. Una “No
hombre”.
Aquello llamado “Estado de Derecho” no se construye pensando
en nosotras como seres humanas específicas (con historia corporal y política).
Por eso solamente se agrega la “A” a las palabras, se inserta “Mujer” en alguna
línea, o se coloca el prefijo “fem”. Es cuestión de sonidos no de
reconocimiento.
Si fuésemos sujeto de ley, el aborto no se discutiría, ya
que el único sujeto con útero y con capacidad de reproducción somos nosotras. Y
las leyes contra la Violencia hacia las Mujeres se llamarían y actuarían como
tales. La Violencia contra las Mujeres sería un delito de orden público,
cualquiera lo podría denunciar y aunque la víctima retirara la denuncia, “la
Ley” perseguiría a todo criminal violento contra cualquier mujer[9].
El Estado y sus instituciones legislan contra la Violencia
sin nombrarnos. Sólo somos “esposa”, “conviviente”, “madre”. En materia de
Salud Pública somos “en edad fértil”: “reproductivas”. Por eso las pesquisas de
VIH se hacen entre las mujeres que reciben algún método anticonceptivo, las “embarazadas”
que se controlan, las que ya parieron y van al consultorio. No hay mecanismos
nacionales de detección del VIH-SIDA para las viejas, las que abortan, las que no
se embarazan, las que no llegan a los consultorios. La negligencia del Estado
con las mujeres es mayúscula en materia de Violencia, Aborto o SIDA[10].
Genocidio
La obsesión con la “edad fértil” en realidad no es obsesión,
si no sentido práctico: Las mujeres trabajamos el triple que los hombres y
somos más seguras para ellos cuando tenemos hijos e hijas pequeñas[11]. Entonces, la
“edad fértil” es la clave[12]. Por otra
parte, las mujeres empobrecidas trabajan más que las mujeres de las elites, con
esto se aseguran los patrones: Si somos madres aceptaremos salarios y
condiciones peores. Si somos heterosexuales seremos más dependientes y
funcionales para maridos, convivientes, patrones y para todos los hombres.
Todo esto es una buena parte del soporte de la Dominación en
toda su expresión, y toda la expresión de la Dominación es Genocidio. Rita
Segato le llama a esto: Femigenocidio[13].
Los genocidios se cometen contra quienes se emancipan. Pueden
ser silenciosos, subterráneos. Los llevan a cabo los que dominan por eso son permitidos.
Se disgrega a las rebeldes, se las aísla: “mujer en edad fértil”, “tercera
edad”, “madre”, “soltera sin hijos”, “esposa”, “conviviente”, “profesionales” y
“beneficiarias”... Se categoriza los
crímenes contra las víctimas: “violencia intrafamiliar”, “abusos deshonestos”,
“violación”, “violencia psicológica…”, y se los hace aparecer como cosas aparte,
incluso se los transforma en algo neutral: “violencia cruzada”. Pero es un "continuum
de violencia"[14], expresiones distintas
del mismo fenómeno.
Los Genocidios son agresivos y directos también: Hay un
millón 500 mil esclavas sexuales en el mundo (de lo que se sabe). Es un negocio
de 35 mil millones de dólares anuales, menor que el Tráfico de Drogas, pero más
rentable porque “LAS MUJERES NO SE CULTIVAN”, “UNA SOLA MUJER SE USA MUCHAS
VECES”, “UNA NIÑA DE 16 AÑOS YA HA SIDO VIOLADA POR 100 HOMBRES”[15]
Violencia Feminicida es un problema público y sistemático
Es individual, serial o masiva como en el caso de la Trata y
las Guerras. La Violencia Feminicida contra las mujeres en el Matrimonio y en la
Familia es un fenómeno potente, pero también fuera de esas instituciones. Son
distintas expresiones de lo mismo.
Vivenciamos un sistema que utiliza nuestros
cuerpos, fuerzas, tiempos, energías, para su acumulación y saqueo. Un sistema
de rapiña sobre lo femenino, de destrucción corporal de las mujeres. Un sistema
que aprendió y se perfecciona para sacar todo lo que puedan ofrecer estos
cuerpos[16].
A mayor resistencia y rebeldía al Género, a la Clase, a la
Raza, a la Heteronormatividad, mayor castigo. Se multiplica la humillación, el
odio, la muerte de mujeres en la casa, en la calle, en el trabajo, en el campo
o la ciudad.
Este siglo 21 es crítico. Creemos que “tenemos Derechos” y
que “el mundo está cambiando”. En coherencia con estas ideas –que no son
vivencias- nos tomamos la Libertad y la
Autonomía en pequeñas y grandes cosas mientras los centinelas de la Masculinidad,
la Heterosexualidad y el Capital y las defensoras privilegiadas de la Feminidad
funcional, sólo han adaptado sus mecanismos a los nuevos discursos. Por lo
tanto lo que creemos que es “Liberación” es en realidad Resistencia, y millones mujeres que se resisten no están sobreviviendo.
La independencia de viajar solas, unirse a revoluciones y a
otras formas de vida alternativas al matrimonio, a la maternidad, es una ofensa, una
amenaza. Siendo así, las que se resisten de cualquier manera, con o sin
conciencia de ello, reciben escarmiento y son ajusticiadas. Las rebeldes causan
estragos al sistema. Si millones de mujeres nos rebeláramos, lo aniquilaríamos.
No tenemos "Derechos", es un espejismo y es urgente que logremos sobrevivir…
Parafraseo a Silvia Federici: No puedes resistir a la opresión si otras no lo
hacen contigo…[17].
[1] No creas tener derechos es una frase de Simone Weil. Weil, Simone. El
Conocimiento sobrenatural, Madrid, Trotta 2003. Sirvió como título al texto
feminista “No Creas tener derechos” de
las mujeres de la Librería de Milán quienes toman un fragmento de sus Cuadernos: “No creáis tener derechos. Es
decir, no ofusqueis o deformeis la justicia, pero no creáis que se puede
esperar legítimamente que las cosas ocurran de modo conforme a la justicia…”.
Para algunas la interpretación de esta idea enseñaría que la libertad no consiste simplemente en tener derechos porque los
derechos podrían convertirse en barreras simbólicas de los deseos reales de
las personas. También hay interpretaciones –que no niegan la anterior-, en
relación a lo ilusas que somos cuando imaginamos que los derechos se cumplen.
Compartiendo esta última interpretación creo además que el Enfoque de Derechos siendo un factor occidental no cuestionado –suficientemente-
por lxs colonizadxs, debilita la construcción de comunidades horizontales que
se guíen por el fortalecimiento cotidiano de los apegos y la autonomía en las
relaciones de sus integrantes, constituyendo esto un sentido ético básico para
convivir.
[2] Sólo copié y pegué
del artículo de 2010: “Tipificación del femicidio
en $hile”, Movimiento Generación 80, Victoria
Aldunate Morales, especial para G80, 21 de diciembre de
2010. http://www.g80.cl/noticias/noticiacompleta.php?varbajada=10744
[3]
Nueva víctima de femicidio, ahora en la XI
región, El Mercurio Online, Sábado, 28 de julio de 2007 http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=264078
[4]
Menor de 17
años es el autor de homicidio que podría transformarse en femicidio. Redacción,
Diario El Divisadero - 30-07-2007. http://www.eldivisadero.cl/noticia-27301
[5]
“Brutal
asesinato de mujer, [Puerto Cisnes] Nuevo caso de femicidio estremece a la XI
Región”, Página policial, 29 JULIO 2007. http://paginapolicial.blogspot.cl/2007/07/brutal-asesinato-de-mujer.html
[7] La definición
“machista” ha perdido contenido. En tiempos de escasa lectura, mucha
comunicación instantánea y hablar superficial, la denominación “machista” pasa
a ser una forma cultural a-crítica, sin
contenido político.
[8]
“En su letra “b” del artículo único del
Proyecto de Ley dice: ‘…la que de muerte al varón con que esté o haya estado
ligada como cónyuge, conviviente o a través de otra relación afectiva,
incurrirá en el delito de parricidio y será castigado con la pena de presidio
mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado”.
[9]
Por ejemplo,
la Ley de Femicidio permite al SERNAM querellarse en caso de femicidio
consumado o frustrado, “siempre y cuando las víctimas o sus familiares den el
patrocinio al servicio para poder ingresar la acción judicial”. Si fuese un
problema público podría perseguir al criminal con o sin el consentimiento de la
familia o la víctima.
[10] En 2012, se comenzó
a observar un alza de notificaciones a mujeres con pareja única: FEMINIZACIÓN
DE LA EPIDEMIA (OPS, 2012). En todas las regiones de Chile se ha producido un
aumento de las tasas de mortalidad por Sida porque se detecta en etapas ya avanzadas.
Muertes evitables. Hasta 2012, fallecieron en Chile 8.298 personas a causa del
SIDA, más de mil –exactamente: 1.078-, eran mujeres. (Fuente: Informe Nacional:
evolución de la infección por VIH/SIDA Chile 1984-2012. Revista chilena de
Infectología, versión impresa ISSN 0716-1018, Rev. chil. infectol. vol.32 supl.1 Santiago feb. 2015).
[11] Documento de Trabajo
Nº 111 “Valorización del Trabajo Doméstico No Remunerado” (Encuesta de Uso del
Tiempo). Santiago, Febrero de 2009. Estudio realizado por el Departamento de
Estudios y Capacitación del Servicio Nacional de la Mujer, por la Universidad
Bolivariana y la Corporación Domos, Santiago,
Chile 2008. Edición: María Paz
Causa Vera.
[12] Los estudios hablan de mujeres que viven con
hombres y sus hijxs, con vidas heterosexuales, las lesbianas en pareja ni
existen para este efecto porque si trabajan más cuando están en pareja no lo
hacen para privilegiar a hombres. Por eso no hay ni habrá algo así como un Programa Público de Salud Sexual para
lesbianas o simplemente para mujeres en cualquier edad y de cualquier
orientación sexual…
[13]
Segato,
Rita Laura. Femigenocidio y feminicidio: una
propuesta de tipificación. http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-49/femigenocidio-y-feminicidio-una-propuesta-de-tipificacion
[14] Concepto usado por Liz Kelly en su libro "Surviving
Sexual Violence" citada por Rosa Entel en “Mujeres en situación de
violencia familiar", 1º Edición 2002. Espacio Editorial, Buenos Aires y
por Susana Mariel Cisneros en “EL FEMICIDIO INTIMO EN LA CIUDAD DE LA PLATA- AÑO
1997-2001”, http://agendadelasmujeres.com.ar/index2.php?id=3¬a=4163
[15] SIDDARTH, KARA,
“Tráfico Sexual: El Negocio de la Esclavitud Moderna”, Alianza Editorial,
Madrid 2010.
[16] Segato,
Rita Laura. Femigenocidio y feminicidio: una
propuesta de tipificación. http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-49/femigenocidio-y-feminicidio-una-propuesta-de-tipificacion
[17] Entrevista a Silvia
Federici: “No puedes resistir a la opresión si otros no lo hacen contigo”. 4
febrero, 2016, Eliana Gilet, página web La Brecha. Silvia Federici es autora
del libro: “Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación
primitiva”. Ed. Historia Traficantes de Sueños, 2004.
Fotos: victoria aldunate
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